lunes, 28 de noviembre de 2011

¡Nunca se Rindan!


Sir Winston Churchill repitió tres veces en la escuela el octavo grado debido a que le costaba aprender. Es algo irónico que años después, ¡ la Universidad de Oxford le pidiera pronunciar el discurso de la fiesta de graduados!



Para este acontecimiento llegó con sus acompañantes habituales, un bastón y un sombrero de copa. Mientras se aproximaba al podio, el público le brindó aplausos de aprecio.

Churchill, con pausado ademán calmó la multitud, mientras se paraba firmemente delante de sus admiradores.

Luego colocó el sombrero sobre el atril. Mirando directamente a la ansiosa audiencia, gritó con voz vibrante de autoridad: “¡Nunca se rindan!” Transcurrieron algunos segundos. Se alzó en puntas de pie y gritó nuevamente: “¡Nunca se rindan!”

Sus palabras tronaron a través del auditorio. Se hizo un profundo silencio mientras Churchill alargaba su brazo en busca de su sombrero; ayudándose con su bastón abandonó la tribuna. Su discurso había terminado.

El discurso de graduación de seis palabras de Churchill fue sin duda el más corto y elocuente jamás pronunciado en Oxford. Aun así, su mensaje fue también uno que todos los presentes recordaron durante el resto de sus vidas.



La perseverancia es un gran componente del éxito; si golpea a la puerta con la persistencia y el ruido suficientes, seguramente despertará a alguien.

martes, 22 de noviembre de 2011

El árbol de los problemas




El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.



Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.


Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. 

”Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.




Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…

viernes, 18 de noviembre de 2011

"El Alpinista"





Cuentan que un alpinista, con el afán por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo que subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.



Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo… y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida.

 Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.

En ese momento, suspendido en el aire, gritó: ¡¡¡ayúdame Dios mío!!!
De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-¿Que quieres que haga? – Sálvame Dios mío
-¿Realmente crees que yo te pueda salvar? –Por supuesto Señor
-Entonces corta la cuerda que te sostiene…
Hubo un momento de silencio; el hombre se aferró más aún a la cuerda….
Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda… A tan solo un metro del suelo…



¿Cuál es la cuerda a la cual nos aferramos para no recibir las bendiciones que Dios tiene preparado para nosotros en el día de hoy?



Hoy es el mejor día para confiar en Dios y disfrutar de todo lo que nos da, busca tu resultado extraordinario. Yo elegí confiar en Dios¿y tu?

martes, 1 de noviembre de 2011

"El beneficio del Silencio"




When Western Union asked Thomas Edison to "mention a price" for the teletype he had invented, he asked for several days to think about it. His wife suggested $ 20,000, but he thought that amount was exorbitant.





At the agreed time he went to the meeting still not quite sure how much he was going to ask when the officer asked, "How much?" He tried to say $ 20,000, but the words did not come out of his mouth. Finally the officer broke the silence and asked him: "Well, how about $ 100,000?"


Silence often allows others to say something better than we would have said ourselves! When we remain silent, others become more interested in our thoughts; So when we have an interested audience, our words have better impact.


The Bible tells us that even a fool, when he is silent, is counted wise (Proverbs 17:28). In that sense, silence can prevent us from seeing ourselves in an embarrassing situation. People may think that we are smarter than we really are!

When you feel moved to express an opinion, measure the impact of your words and keep this in mind: "The less you say, the better". We can not look for problems for what we have not said! Like Edison, we can benefit from our silence.


I often regret what I said; never to have shut up.

Proverbs 10:19 In the many words sin is not lacking; but he who restrains his lips is prudent.

"Las cintas en el Manzano"




Con la apariencia de preocupado un joven viajaba en tren. Había estado en la cárcel y ahora iba de camino a su casa. Su condena había traído vergüenza a su familia; nunca lo habían visitado y solo unas pocas veces le habían escrito, aún así él esperaba que lo hubieran perdonado.


Para aliviarle la cosa, les propuso en una carta que pusieran una señal, la cual pudiera ver desde el tren al pasar por la pequeña casita, esto, para saber como se sentían con él.

Si le habían perdonado, tenían que poner una cinta blanca en el manzano de la casa.En el caso de que no lo quisieran tener de nuevo en su casa, no deberían hacer nada. Entonces él se quedaría en tren y seguiría.


Cuando el tren se acercaba a su ciudad paterna, se puso tan nervioso que no se animaba a mirar por la ventana. El pasajero del lado conociendo su drama, miró por él. Poco tiempo después él puso su mano sobre el brazo del joven y le susurró con lágrimas en los ojos:”Allí está el manzano, todo está en orden. Todo el manzano está lleno de cintas blancas”.


En ese mismo instante desapareció toda la amargura que estaba envenenando al joven. Más tarde el acompañante comentaba:”Sentía como si hubiera presenciado un milagro”. 
Y quizás, en verdad, era un milagro.


Así tu perdón puede dar a la persona que lo necesita, una nueva vida. También puede ser que el perdón de otra persona hacia tí, sea la clave para una nueva vida. Por eso Jesús muchas veces hablaba del perdón. He aquí algunas de las palabras de Jesús sobre el tema: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial, más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. Mateo 6:14-15

jueves, 27 de octubre de 2011

" El Violin sin Afinar"





Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín. 

Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.


El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín. 

Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota y en su forma de actuar la mediocridad total. 

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano pasó frente al mendigo musical. 


Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana. 

La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. 

Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto recelo.





Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. 

Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.




Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto. 

La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. 



Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría. 

El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: "¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi violín!!". Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.


La vida nos da a todos "un violín". Son nuestros conocimientos, nuestras 
habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar "ese violín" como nos plazca. 

Se nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como una formidable responsabilidad. 

Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto. 

Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie. 


Esa es la gente que hace su trabajo de la forma: "hay se va...", Que piensa en términos de "me vale...", y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades. 

Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos. 

La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra. 

Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que aprender tarde o temprano, que los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría. 

Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían. La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. 


Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales. 

La verdad es que Dios nos concedió "libre albedrío". Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella una porquería. Esa es su decisión personal. 

LO NEGATIVO: Negarnos a afinar bien nuestro violín de la vida. Y quejarnos de que la gente no disfrute la melodía que sacamos de él. 

LO POSITIVO: Comprender que, nos guste o no, solamente rosperaremos si afinamos bien ese violín, y aprendemos a sacar de él las mejores melodías.


miércoles, 26 de octubre de 2011

"El Vuelo compartido de la Fe"






Es increíble todo lo que podemos aprender, observando un poco a la naturaleza. Animales, plantas y todos los seres vivos muestran instintos asombrosos que pueden acrecentar el potencial de nuestra fe.

Hay una especie en particular, los patos salvajes del Canadá, llega un tiempo llamado el de migración en el cual tendrán que desplazarse por los aires a distancias increíbles, pero lo logran aplicando principios de trabajo en equipo que si los adoptamos nosotros, hoy podemos despegar el vuelo de la fe todos juntos y lograr grandes empresas para la gloria de nuestro Dios. Estos principios son:




Saben discernir el tiempo (Mateo 16:2,3)

En el otoño canadiense comienzan los viento hostiles y con ellos las señales de que es tiempo de moverse para buscar un lugar cálido y proteger sus vidas. Es el tiempo de migración, de levantar el vuelo y conquistar las alturas.


El recorrido planteado será de 8 a 12 mil kilómetros hacia el sur, y después volverán al norte.

Sus retos: *La parvada es nutrida; hay patos de todas las edades *La distancia es larga *Las condiciones de viaje no serán estables *Un solo pato no podría recorrer ni siquiera la mitad del camino, de hecho un líder solo no podría con la carga de guiar a la parvada.

Volar en delta ( >)



La ingeniería aerodinámica de sus instintos los orienta a volar en delta (la típica V que observamos en el cielo formada por aves)

El ave que va en el vértice frontal ayuda a “romper” el viento para ayudar a los 
otros avanzar velozmente.

Significa victoria. Cristo ya rompió los poderes del enemigo que quieren estorbar nuestro vuelo de la fe.

Trabajo en equipo: (I Corintios 12:27)

Comparten la carga: Para evitar que desfallezcan ante tan ardua tarea, esta posición de liderazgo frente de la parvada se alterna con cada uno de los miembros, dando oportunidad a que todos descansen sin afectar el vuelo migratorio. (Gálatas 6:2; Salmos 55:22)

Se protegen mutuamente: Cuando uno de los miembros del grupo está débil y debe dejar el vuelo, nunca lo hace sólo, dos o tres miembros lo acompañan en su descenso con el fin de protegerlo y ayudarlo a reanudar el vuelo. (Gal.6:1)

3. Se mantienen unidos y en comunicación: En la oscuridad o en medio de las nubes muy densas los patos salvajes se mantienen unidos por medio de la constante comunicación entre ellos. Graznan constantemente para ser escuchados por el resto y para ubicarse. (I Corintios 1:10).


Tienen una meta en común: (Filipenses 3:12-14)

El objetivo es llegar a tiempo y bien a su nuevo ambiente
Proteger a su grupo para seguir creciendo unidos aun dentro de los cambios desafiantes que enfrentan constantemente.
Ellos saben que su unión es supervivencia.

CONCLUSIÓN: 

En nuestro negocio del Reino, el compartir el vuelo de la fe, es pieza clave del éxito. El trabajo en equipo es esencial para el crecimiento, y desarrollo de la iglesia. ¿Seriamos capaces de organizar una empresa tan ambiciosa como la que practican los patos salvajes del Canadá cada año? Seguramente que podemos, si seguimos las reglas simples que su naturaleza nos ha enseñado ¿No crees?

martes, 25 de octubre de 2011



Erase un hombre. No solo se habia quedado sin trabajo, sino que tampoco tenia nada para comer. Se sentia profundamente humillado al tener que tomar aquella determinación, pero no le quedaba otro recurso. Muy temprano salió de su casilla de tablas,en las afueras de una villa, y agarró para el centro de la ciudad. No iba a buscar trabajo, iba a recorrer los tachos. Porque parecia que lo que a él tanto le andaba faltando, a otros les sobraba hasta para tirar.

A propósito comenzó muy de madrugada su recorrida. No tenía ganas de que nadie lo viera,y además había que ganarle a los carros de la municipalidad. Destapó uno de los tachos o tanques de basura  y sintió la repugnancia de tener que escarbar alli para conseguir el pedazo de pan,o la media fruta que seria su alimento aquel dia. 


Casi con asco fue seleccionando lo poco aprovechable que lograba sacar. Porque aún en la situación que estaba,conservaba sus delicadezas. En un bolso que llevaba fue guardando lo poco que le parecia más o menos bueno: media galleta, a la que rebanó la parte ya mordida;una manzana de la que separó la parte podrida; un corazón de repollo, del que tiró las hojas marchitas de afuera. 


Poco a poco, y tacho a tacho, fue equipando su bolso, dejando atrás suyo y frente a cada parada, un reguero de desperdicios que ni siquiera queria volver a tocar para meterlos nuevamente en los depósitos de residuos. No queria perder tiempo, porque no deseaba que nadie fuera testigo de su situación humillante. 

Pero en una de esas, al mirar para atrás, vio que tenia un testigo inesperado, alguien que lo seguia. Otro pobre hombre, peor vestido que él mismo, recorria los mismos tachos de basura que él ya habia revisado, y recogia en una bolsita de plástico muchas de las cosas que él habia tirado. 


Lo que él habia considerado inservible, a un hermano suyo le serviria ese dia como alimento. Se sintió tan inmensamente conmovido al comprobar lo que estaba sucediendo que, sin pensarlo dos veces, retrocedió y, abriendo su bolso, le entregó al mendigo la mitad de lo que habia juntado. Y al compartir ese poco que tenia se sintió enormemente rico.Y mientras regresaba feliz a su casilla, miraba con compasión a todos los satisfechos que pasaban a su lado,mientras se iba repitiendo su descubrimiento: POBRES… POBRES SON LOS QUE NO SABEN COMPARTIR.


A nosotros nos duele como continente pobre constatar lo que desperdician los Paises Ricos. Pero: ¿Compartiremos lo poco que tenemos, con los pobres de nuestro pueblo?

Haz memoria… cuándo fue la última vez que le compartiste a alguien lo tuyo? dinero, comida, ropa… etc. Medita en este pasaje bíblico:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25. 34-40 


Si deseas servir a Dios, ponte en acción AHORA! no hay que ir muy lejos para ver necesidad. Sal de tu círculo y de tu rutina de comodiad por un momento, incomodate un instante. Mira más alla de tus necesidades. Piensa una cosita… mientras tú te preocupas por el mañana hay gente HOY que esta muriendo de hambre o quizas de tristeza, y lo peor… sin conocer al Salvador.

Quizas no puedas acabar con el hambre de todo el mundo, quizas ni siquiera con el hambre de un grupo de personas pero harás una diferencia muy grande para la persona a la cual ayudes.

jueves, 20 de octubre de 2011

"Vivir un día a la vez"




Vivir un día a la vez


Aprender a vivir el día a día es un arte, siempre estamos tratando de vivir todas las cosas al mismo tiempo, las penas, las alegrías, las tristezas, la felicidad y el amor.

Y por cada día que vivimos con todas esas mochilas que tanto nos pesan, dejamos de disfrutar la vida, la cual se supone deberíamos vivir en plenitud y en armonía.Ese día del que debiéramos disfrutar es hoy.


Deja las sombras del pasado y espera pacientemente el futuro, todo llega, nada queda detenido, no vivas en forma apresurada pues así sólo vivirás con tristezas ya que no dejarás paso a la felicidad.


Aprende a vivir este día.
-No habrá otro igual-


Nuestras mochilas siempre están y estarán en nuestras vidas, ya es hora de deshacerse de las las mochilas de recuerdos y del dolor que en su momento te dejaron con el corazón destrozado. Hay que saber tirarla a un lugar donde no la encuentres. O a su defecto, guardarlas en el fondo de tu corazón, porque no se puede vivir sin pasado pero de ti depende que ese pasado lo tomes como experiencia y no lo hagas parte de tu vida hoy mismo.

Da un descanso a lo que quedó atrás y no fue grato para tu vida. ¿Para qué recordarle hoy? ¿Qué ganas con ello? Mejor guárdalo como en un rincón del alma… porque cuando piensas en ello duele y aún lo sientes en tu piel. ¡Olvídalo, eso fue AYER!

En nuestro interior siempre llevaremos mochilas en las que guardamos alegrías, ilusiones, penas y todos los sentimientos que nuestro corazón un día albergó. Algunas son bonitas y llenas de amor, pero al fin y al cabo también son mochilas y también pesan. Y entre una mochila y la otra, vivimos la vida agobiadas por el ayer, miedosas por el futuro, con demasiado peso para nuestras vidas.

Debemos aprender a soltar, a dejar que nuestro día a día pueda ser vivido de a poco y lentamente, con una cosa a la vez.



Si hoy estás feliz disfruta de ello, no temas, sólo vívelo, ya tendrás tiempo de buscar soluciones si algo sale mal; no te agobies pensando en el futuro. Lo que suceda el día de mañana es desconocido y eso puede asustar, pero hoy vives el día de hoy. Disfruta del día que estás viviendo hoy.

Vasos de Barros




Hoy seguimos siendo vasos de barro, pues Dios quién dijo que de las tinieblas resplandecerá la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria  grandeza  del poder sea de Dios y no de nosotros. 2 Corintios 4:6-7
Hoy necesitamos vivir con la alegría de sentir el amor de Dios, hoy necesitamos vivir con la confianza de saber que su presencia, nuevamente nos envuelve, él nos ha resplandecido, cuando en tinieblas estábamos y las tinieblas nos envolvían, él nos fue luz, su amor resplandeció sobre nosotros, Dios nos iluminó con el conocimiento de su gloria en la faz de Cristo y desde ese momento nuestra vida no fue la misma, su plenitud en nosotros llenándolo todo y confirmándolo todo, pero hoy también necesitamos vivir recordando que ese tesoro de su gloria y plenitud de su iluminación y conocimiento están en vasos de barro.
Somos sus vasos de barro y en estos vasos de barro esta ese tesoro, extraordinaria grandeza de su poder, de la cual yo no me puedo apropiar; hoy no quiero llenar mi vida de orgullo y egoísmo, todo lo grande, todo lo bueno, todo lo hermoso, todo lo especial, que otros puedan ver en mi y en ti hoy es solo parte de la extraordinaria grandeza de su poder en este vaso de barro.
Hoy somos un canal para que ese tesoro que viene de Dios, pueda tocar aquellos con quiénes estaremos hoy en contacto.
Nuestro deseo necesita estar centrado en mostrar a otros la extraordinaria grandeza de ese tesoro en nosotros y através de nosotros, pero que nada de lo que hoy diga o haga tenga sabor a barro, pero sabor a tesoro, el tesoro de la bondad, de la humildad, del amor y del servicio, para que la gloria sea Dios y no de nosotros.
Los que hoy me rodearán buscarán el sabor de la gloria de Dios, no el sabor del barro.
Los que hoy nos rodearán están cansados del sabor del barro que el mundo nos ofrece y ellos no quieren mas ese sabor, pero están buscando el sabor de la gloria, no de la gloria de este mundo, pero de la gloria de Dios, la gloria de aquel que ha resplandecido ya en nuestros corazones, la gloria de aquel que nos ha iluminado con el conocimiento de su paz y de su presencia.
¡Oh señor! gracias por haberme resplandecido, gracias por darme tu luz cuando en tinieblas estaba, gracias por haberme iluminado del conocimiento de tu gloria, y gracias por hacerme un vaso de barro, donde pueda estar el tesoro de la extraordinaria grandeza de tu poder, ayúdame hoy a vivir consciente de que soy un vaso de barro.
Que Dios te sostenga hoy…
Es el deseo de tu hermano y amigo

lunes, 10 de octubre de 2011

"Las Fuerzas como las del Buffalo"




Dios aumenta tus fuerzas 
Salmos 92: 10 



“Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco”. 



Muchos de nosotros cantamos más de alguna vez aquella alabanza que es entonada por Jesús Adrián Romero y dice: “Como búfalo, como búfalo, arrollare al enemigo si se enfrenta conmigo, tengo fuerzas del Señor, como Búfalo”. Pero ¿Realmente somos como un búfalo?

En el sur oeste asiático el búfalo es conocido como “el tractor de oriente” debido a la utilización de su fuerza para el trabajo pesado en las tierras. Un búfalo puede llevar cargas hasta un poco más de 2,866 libras, sin duda tiene una fuerza tremenda.


¿Será que nosotros podríamos con 2,866 libras sobre nuestros hombros?, creo que es casi imposible, por no decir imposible. 

Lastimosamente nosotros muchas veces somos tan débiles, que con un par de libras de problemas ya queremos tirar la toalla. Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido como nuestras fuerzas decaen, como aquella fortaleza teníamos se fue reduciendo, todo esto quizá por el descuido espiritual que nosotros mismos provocamos.

Los problemas siempre estarán ahí, ya sea para mostrarnos que necesitamos de Dios, para testificar de su Poder o para conocer mas a Dios en sus diferentes esferas, ya sea como un Dios sanador, un Dios proveedor, un Dios Milagroso, etc.

Pero en medio de las debilidades que la vida nos trae o que nosotros mismos propiciamos, es lindo saber que Dios aumentara nuestras fuerzas como las de un búfalo.


 Muchos de nosotros hemos sido testigos de cómo Dios ha hecho que saquemos fuerzas de donde no las hay, ese es el Dios que conozco, ese es mi Dios, que da fuerzas cuando pareciera que se han acabado.

Es así como Dios cumple su promesa al aumentar nuestras fuerzas y permitir que no importando el peso en libras de los problemas, los podamos superar.

Pero eso no es todo, además de aumentar tus fuerzas y mis fuerzas y compararlas con las de un búfalo, también nos ungirá con aceite fresco. 

Sin duda después de la debilidad, viene la fortaleza y con la fortaleza viene el aceite fresco, ese manantial que nos hace anhelar cada día ser fieles a Dios. 



Que rico es sumergirse en el río del Espíritu de Dios y permitir que toda duda sea disipada, que toda debilidad sea fortalecida. Hermanos amados, Dios es Fiel en cumplir con su parte, El aumentara tus fuerzas como un búfalo y podrás cargar con todo lo que se te venga encima, no importa que sea, no importa por medio de quien venga, esa situación cargosa no podrá contra la fuerza de búfalo que recibirás de parte del Señor.

Dios quiere ungirnos con aceite fresco cada día para que nuestra relación personal se renueve así como también sus misericordias son nuevas cada mañana, así también el aceite de nuestra vida puede ser fresco y renovado cada día para así tratar la manera de agradarle en TODO. 


Si bien es cierto que las fuerzas de búfalo me llevaran lejos, el aceite fresco vendrá a ungir todo lo que emprenda.