lunes, 15 de agosto de 2011

¿Cómo puedo estar seguro de que Dios dirige mi vida?


Encontró alguna vez un obstáculo? ¿Le ocurrió tener un proyecto, sentir que representa la voluntad de Dios y, de pronto, ver que el camino está cerrado?

Los obstáculos determinan que hagamos ajustes o que seamos más perseverantes.
El Señor suele apelar a los obstáculos para dirigir nuestros pasos.

Un obstáculo es todo aquello que no se planificó ni se pudo anticipar. Nadie está exento de tener que enfrentarse con una barrera. Los obstáculos nos llevan a un replanteo.

¿Qué hacemos cuando esto ocurre? Dios no quiere que haya obstáculos en nuestra vida pero nos detendrá si estamos haciendo algo mal. O si lo que hacemos está bien pero a destiempo. También puede estar Satanás tratando de impedirnos hacer lo que Dios quiere que hagamos.



Veamos cómo enfrentar los obstáculos de la vida:

Paso 1: Verifique sus motivos.

Nada ocurre fuera del conocimiento de Dios.“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra”

(2Cron. 16:9). Es fácil pedirle a Dios que bendiga nuestrosplanes, aunque no siempre lo consultamos previamente.

¿Cuántas veces por día un padre escucha “¡No me digas lo que debo hacer!”?

 A veces Dios bloquea nuestra senda sólo porque, cual niñitos, hemos tomado nuestro propio camino y El necesita que volvamos a alinearnos.

Por tanto, lo primero que debemos hacer cuando nos encontramos ante

un obstáculo, es examinar nuestros motivos. Quizá Dios trata de ganar nuestra atención.



Paso 2: Verifique cómo está su relación con Dios.

La Palabra dice en Romanos 8.14: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. Dios no disciplina a quienes no son sus hijos. A veces los obstáculos constituyen la manera que Dios tiene de decirnos: “Hace tiempo que no hablamos”.

Dios habla pero a veces no escuchamos. Cuando haya un obstáculo en su vida no tema, no es el momento de arrojar la toalla sino de mirar introspectivamente y de preguntarse si ha pedido la guía a Dios.

A veces presumimos que estamos haciendo la voluntad de Dios, no obstante nunca se la pedimos.

En Santiago 4.3 se nos dice: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”

Dios nos habla de varias maneras: A través de Su Palabra; de los profetas, de los consejeros, de las circunstancias o de la voz interna.

A veces nos estampamos contra un obstáculo porque no sentimos la voz de Dios tanto como debiéramos.



Paso 3: Verifique sus tiempos

Una vez Pablo quiso ir en viaje misionero a Asia, pero tuvo un obstáculo y cambió su rumbo hacia una ciudad que necesitaba escuchar acerca de Jesús, pero también tuvo una valla.

 Finalmente lo intentó por tercera vez, con éxito, y tuvo la certeza de que era la dirección de Dios (Hechos 16.10) ¿Significa esto que Pablo era orgulloso cuando quiso ir a Asia? ¡No! No era el tiempo de Dios.

La sincronización es importante. Quizá queremos hacer algo para la gloria de Dios pero si no coincidimos con el tiempo de Dios habrá un obstáculo en nuestro camino.








Paso 4: No quite los obstáculos personalmente.

Pablo y Bernabé eran amigos y trabajaron juntos en el primer viaje misionero. Mientras planificaban el segundo tuvieron un desacuerdo.

Esto determinó que Bernabé se embarcara junto a Marcos rumbo a Chipre y que Pablo eligiera a Silas. No son buenos los desacuerdos.

Creo que a Pablo y a Bernabé tampoco le gustaban, pero tuvieron uno y en lugar de haber un solo equipo misionero, hubo dos. Si se presenta un obstáculo es porque Dios lo usa para brindarnos algo mejor.



Paso 5: No deje que nadie lo detenga.

Veamos lo que nos dice (Colosenses 3: 23-24:) “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”.

Nuevamente surge la palabra “servir”. Cuando Pablo estaba seguro del

plan de Dios era tenaz, nadie podía detenerlo, ni siquiera el ser apedreado, golpeado o encarcelado.



Paso 6: Confiar en Dios:

(Romanos 8:28) nos dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Podemos pensar que los obstáculos implican quedarnos fuera de una competencia. Así es como Dios nos desafía.

 El quiere ver la profundidad de nuestra confianza. A pesar de nuestros errores, El hace las cosas bien y observa si realmente confiamos en El.

(Proverbios 3:5-6) dice “Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”

Siempre anhelamos una dirección clara. Quizá nos disgusten las barreras pero Dios las usa para ayudarnos. Son lo suficientemente grandes para captar nuestra atención y son inevitables. Por ello, cuando encuentre una en su vida recuerde:

Verifique su motivo, verifique su relación, verifique su tiempo, no quite los obstáculos por sí mismo, no deje que nadie lo detenga y, por último, confíe en Dios.

1 comentario:

Marydel dijo...

DEJA QUE SEA EL SEÑOR QUIEN TOME EL CONTROL DE TU VIDA, CUENTA CON EL PARA CUALQUIER PASO QUE PIENSAS DAR, PUEDE QUE HAIGAS DECIDIDO HACER ALGO PARA EXALTAR EL NOMBRE DE DIOS PERO ENPIEZAS A VER OBSTACULOS EN TU CAMINO, BUSCA LA DIRECCION DE EL, EN SU PALABRA,EN ORACION Y AYUNO Y VERAS COMO EL QUITARA CADA OBSTACULO QUE SE TE PRESENTE. DIOS TE BENDIGA!