Me comparo con una Palmera, en mi Vida cotidiana he sufrido muchas tormentas, huracanes, Tsunamis, terremotos, pero aunque los golpes han sido muchos y demasiado fuerte solo sé que en cada uno de ellos he salido Victoriosa.
Les cuento muchas veces mis ramas tienden a doblarse pero cuando están a punto de tocar el piso siento una mano poderosa que me levanta.
Les diré que en cada una de mis adversidades de la Vida he aprendido a usar cada una de esas tormentas para subir un peldaño más en mí Vida Espiritual, Muchas veces es bien doloroso el proceso alguna ramas viejas y secas que ya no agrandan a Dios son caídas pero lo más lindo es que nace una nueva verde y resplandeciente.
Así es cuanto permitimos que el proceso de crecimiento llegue a nuestras Vidas., Y seguimos en pies , al final se que cada una de esas tormentas, servirán para poder ayudar a otros.
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